Tómese un tiempo y deje que esta frase se detone en su cerebro: “[…] si a una chica la violan, la dejan embarazada y aborta, tiene ella más delito por abortar que el hombre por violarla.”
Si usted es una persona normal, de seguro que siente la misma incomodidad que yo al leer esa frase. Eso es porque su propia brújula moral funciona perfectamente bien, sin necesidad de gente que le hable desde un púlpito o historias sobre tablas de piedra relatadas en libros antiguos. Aprenda a escuchar a su “instinto” moral y a meditar sobre lo que le dice.
Talvez así comprenda por qué es tan importante para la humanidad criticar y “no dejar de chingar” a las religiones.
Si usted es una de las personas que se ofende con mis comentarios, le pido que por favor reconsidere que la situación es mucho más grave y mucho más trascendente que unas cuantas susceptibilidades heridas. Sus creencias religiosas probablemente le brindan consuelo en momentos difíciles y le dan sentido a su existencia, pero también destruyen vidas. Muchas. Pregúntese: ¿Hace algún sentido que el creador del Universo, si es que realmente existe, utilice un sistema tan fácil de distorsionar y tan fácil de utilizar para infligir sufrimiento y miseria para llegar a sus fieles?
Piénselo.
Dr. Vomito
Me he quedado sin comentarios. Me entristece y me da cólera este tipo de situaciones.
PD. Si tenes tiempo y te interesa, investiga acerca de “abortos de dios”. Seguro te interesara como, muchos religiosos fanáticos no se dan cuenta que su propio dios, al que veneran, adoran e idolatran, también práctica abortos.
PD2. Si, me refiero a cuando el cigoto ya formado no encuentra las condiciones necesarias para poder implantarse en el epitelio endometrial y termina abortado. Saludos.
Admin
Gracias por el comentario. Este hecho sobre los abortos naturales lo menciona Sam Harris en Letter to a Christian Nation:
“Por supuesto, que la posición de la Iglesia con respecto al aborto no toma nota de los detalles de la biología así como de la realidad del sufrimiento humano. Se ha estimado que 50 por ciento de todas las concepciones humanas terminan espontáneamente en aborto, usualmente sin que la mujer siquiera se dé cuenta que estaba embarazada. De hecho, 20 por ciento de todos los embarazos reconocidos terminan en pérdida. Hay una obvia verdad que grita por nuestra atención: si Dios existe, ¡El es el abortista más prolífico de todos!”