Una de las más grandes desgracias de la humanidad ha sido la tendencia del hombre a sentirse superior a la mujer. Desde el punto de vista evolutivo, esto puede tener una razón de ser – durante millones de años la selección natural ha esculpido el físico del macho de las especies para que sea más grande y más fuerte que el de la hembra, a la que dotó de otras cualidades diferentes pero igual de útiles para la supervivencia. En los animales carnívoros, quienes salen a cazar la comida del día son generalmente los machos. El ser grandes, fuertes, feroces, rápidos y ágiles, brinda ventajas significativas en estas circunstancias. Es por esto que la selección natural favorece a individuos con estas características. Por el otro lado, las hembras son generalmente las que cuidan a las crías y las alimentan. Esta actividad requiere de características físicas y psicológicas muy diferentes. Aparte de la atención que requiere cuidar a un bebé, una hembra tiene que estar alerta a los peligros que puedan surgir desde afuera. Esto no requiere de un físico grande y fuerte, pero sí de otras características, especialmente cerebrales. Por supuesto que esto no es una ley. La selección natural es ciega y genera diferentes resultados en diferentes poblaciones y especies.
Apliquemos esto al Homo sapiens primitivo, al cazador-recolector que vivía en cuevas. Si lo piensa, la actividad de cazar a una presa requiere de mucha concentración en un sólo objetivo a la vez. Mientras que cuidar a un bebé, requiere de una atención mucho más dispersa, sobre todo, si se tiene a más de uno. Es de aquí que surge el famoso multitasking femenino con el que bromeamos en la actualidad. Por otro lado, esta actividad también requiere de más involvement emocional que racional. Lo opuesto, en cambio, es necesario en la cacería, para tomar decisiones más acertadas. De aquí es que surge el famoso cliché de que los hombres pensamos con la cabeza y las mujeres con “el corazón”. Estas no son leyes, por supuesto, pero sí son características generales de nuestra especie que tienen su origen en nuestra herencia evolutiva. Si usted es una persona sensata, podrá darse cuenta de que nada de esto significa que el hombre sea “mejor” que la mujer, o vice versa. Hombres y mujeres somos simplemente dos lados diferentes de la misma moneda, cada uno con sus diferentes fortalezas y debilidades, que en conjunto hacen del Homo sapiens, la especie dominante que es en la actualidad.
Nuestros antepasados no sabían nada de biología, de genética, de evolución, de neurociencia o de psicología evolutiva. No contaban con todo el conocimiento que estas disciplinas nos brindan en la actualidad y que ponen al hombre y a la mujer en el mismo escalón. Por lo tanto se puede, hasta cierto punto, perdonarlos por su marcado machismo. Fue producto de una mezcla entre su propia psicología, lo que observaban y lo que desconocían. Incluso algunos de los hombres más ilustrados que han existido, nunca estuvieron por encima de esta estupidez. Platón, Aristóteles, San Agustín y Kant no se expresaron muy bien de las mujeres, algunos de ellos, incluso dando argumentos para demostrar la inferioridad de la mujer ante el hombre. Para ver mejor reflejado el pensamiento de nuestra especie en cuanto al tema de la desigualdad entre sexos, resulta muy útil recurrir a los mitos de las culturas primitivas. En la Teogonía de Hesíodo, el mito de creación de los antiguos griegos, la mujer es descrita como una calamidad para el hombre. En otra de las obras de Hesíodo, Trabajos y días, se relata la historia de un hombre llamado Epimeteo, que tenía una jarra que contenía todos los males y las desgracias del mundo. Hasta ese entonces, los hombres vivían felices, sin preocupaciones, sin enfermedades y sin necesidad de tener que trabajar para poder comer. Hasta que apareció una mujer llamada Pandora. Se dice que por curiosa, Pandora destapó la jarra que le habían mandado jamás destapar, y así escaparon todos los males. Desde ese día, relata Hesíodo, la desdicha ha perseguido al ser humano, por culpa de una mujer:
Antes vivían sobre la tierra las tribus de los hombres sin males, sin arduo trabajo y sin dolorosas enfermedades que dieron destrucción a los hombres [que al punto en la maldad los hombres envejecen]. Pero la mujer, quitando con las manos la gran tapa de la jarra, los esparció y ocasionó penosas preocupaciones a los hombres. Sola allí permaneció la esperanza, en infrangible prisión bajo los bordes de la jarra y otras infinitas penalidades estaban revoloteando sobre los hombres, llena de lames estaba la tierra, lleno el mar; las enfermedades, unas de día, otras de noche, a su capricho van y vienen llevando males por los mortales en silencio, pues el providente Zeus le quitó la voz; de esta manera ni siquiera es posible esquivar la voluntad de Zeus.
Seguramente esta historia la ha oído antes, sólo que con una manzana en lugar de una jarra y con una serpiente habladora haciendo el papel de incitador. En nuestros países occidentalizados se tiene la creencia de que la Biblia es un libro divinamente inspirado, y que por lo tanto es la fuente perfecta de la ética, la moral, los principios y los valores humanos a pesar de que no existe evidencia alguna para apoyar tales aseveraciones. Por otro lado, al estudiar a las culturas de la época, se puede asegurar fácilmente que la Biblia es un libro muy humano, producto de una sociedad patriarcal e ignorante, no muy diferente – y definitivamente no por encima – de las producciones de otras tribus de la edad de bronce. El Nuevo Testamento no mejora, pues en un buen número de cartas se sigue promoviendo el machismo. Saulo de Tarso, más conocido como San Pablo, constantemente hablaba en contra de las mujeres – era realmente un xenófobo. En la primera carta a Timoteo, que generalmente se le atribuye a Pablo a pesar de que hay quienes lo dudan, Pablo escribe lo siguiente:
Este testimonio Dios lo ha dado a su debido tiempo, y para proclamarlo me nombró heraldo y apóstol. Digo la verdad y no miento: Dios me hizo maestro de los gentiles para enseñarles la verdadera fe. Quiero, pues, que en todas partes los hombres levanten las manos al cielo con pureza de corazón, sin enojos ni contiendas. En cuanto a las mujeres, quiero que ellas se vistan decorosamente, con modestia y recato, sin peinados ostentosos, ni oro, ni perlas ni vestidos costosos. Que se adornen más bien con buenas obras, como corresponde a mujeres que profesan servir a Dios. La mujer debe aprender con serenidad, con toda sumisión. No permito que la mujer enseñe al hombre y ejerza autoridad sobre él; debe mantenerse ecuánime. Porque primero fue formado Adán, y Eva después. Además, no fue Adán el engañado, sino la mujer; y ella, una vez engañada, incurrió en pecado. Pero la mujer se salvará siendo madre y permaneciendo con sensatez en la fe, el amor y la santidad.
Intelectualmente, que se tenga la creencia de que la Biblia es un libro sagrado y perfecto, inspirado por una inteligencia superior a la humana, es una desgracia. Únicamente sería un dato muy cómico, como el de las personas que creen en la astrología o en los fantasmas, si dicha creencia no tuviera consecuencias graves. Sin embargo, la gente que confía ciegamente en la Biblia, suele ser gente bastante ruidosa, bastante ferviente y bastante impositiva. No les basta con creer sus supersticiones y sus mitos en la privacidad de su hogar, sino que sienten la necesidad de salir a la calle a imponérselas a la humanidad. Hay algunos, incluso, que llegan al extremo de solicitar al gobierno que se les tome como base para construir el sistema legal. Tal es el caso reciente de los abogados Romeo Silverio González Barrios, Werner Danilo de León Pleitez y Pablo Raúl López Reyes. Estos tres “ciudadanos ejemplares” presentaron el martes pasado, una acción de inconstitucionalidad en contra de tres artículos de la Ley contra el femicidio y otras formas de violencia contra la mujer, la cual fue aprobada en 2008.
¿Sus motivos?
Agárrese.
Textos bíblicos, que según él, demuestran la inferioridad de la mujer frente al hombre. Y lo peor de todo es que están en lo correcto. No demuestran nada, por supuesto, aparte de la xenofobia y la ignorancia de sus autores, pero hay que recordar que para estas personas lo que la Biblia dice es La Verdad. Muy en línea con la mentalidad de los humanos primitivos que escribieron los mitos xenófobos antes mencionados, este grupo de abogados opina que la violencia contra la mujer se origina porque fue ella quien desobedeció, y que por lo tanto no se debería de tipificar como crimen. Se debe al “incumplimiento de los mandatos divinos, puesto que se desobedece a Dios, al comer del fruto prohibido, del árbol de la ciencia del bien y del mal”. Es voluntad del dios judío que la mujer sufra, pues en Génesis 3:16 le dice: “multiplicaré en gran manera los dolores en tus preñeces; con dolor darás a luz a los hijos; y tu deseo será para tu marido, y él se enseñoreará de ti”. Al hombre le dice: “por cuanto obedeciste la voz de tu mujer, y comiste del árbol de que te mandé diciendo: no comerás de él; maldita será la tierra por tu causa; con dolor comerás de ella todos los días de tu vida”. Estos son los geniales argumentos que presentaron, entre otros de carácter puramente jurídico que desconozco. Es inconstitucional tratar de proteger a la mujer, porque al fin y al cabo se lo merece. Es la voluntad del dios judío, en el que ellos creen celosamente.
Generalmente me dicen que no debería de criticar tanto a la religión y a la Biblia, pues la mayoría de creyentes no son locos fundamentalistas. Interpretan la Biblia a su antojo, sí, pero de una manera que no resulta tan nociva para el bienestar humano. Ven sólo lo bueno, y no toman su contenido pernicioso como una forma de manejar sus vidas. O al menos eso es lo que dicen, pues al conversar con ellos – muy para mi horror, gente que quiero mucho – me justifican pasajes como el de Timoteo 1. Mientras que es cierto que no todos son fanáticos, el problema está en que esta mayoría de creyentes moderados no hace nada para controlar a los extremistas. Creen que están mal, por supuesto, pero ven sus acciones, las condenan en privado y proceden como si no hubiera pasado nada. Incluso, muy en el fondo, probablemente creen que tienen razón, pero cometen el error de irse “un poco” al extremo. Este caso será una evidencia de lo que digo. En los siguientes días observará que aparte del rechazo que se le dará por parte de la Corte de Constitucionalidad, no se harán marchas, ni se emitirán comunicados, ni se organizarán protestas. Como sí se hicieron cuando el presidente tuvo la osadía de opinar a favor de la creación de un Estado palestino. No se extrañe de que los únicos lugares en donde lea al respecto, sean este espacio y la columna de Luis Morales Chúa en Prensa Libre que vinculé arriba.
Sinceramente no entiendo cómo una mujer puede ser cristiana, tomando en cuenta la manera en la que ciertos pasajes bíblicos se expresan sobre ellas. Me parece un masoquismo triste y patético que por el bien de todos, debería ya de desaparecer.
Afortunadamente para este caso, las personas que conocieron el caso fueron sensatas. Sin embargo, valdría la pena meditar sobre lo que sucedería si los puestos de gobierno se llenaran de gente como Patricia de Arzú. ¿Decidirían de la misma manera que la CC decidió en esta ocasión, o nos impondrán sus absurdas y atroces creencias mitológicas?
Pero la religión no daña a nadie, ¿verdad?
ernesto warren
las religiones abrahamicas, odian a la mujer prueba de ello la burka de los paises arabes y las faldas largas del taliban-guatemalteco o sea los evangelicos es lo mas parecido al taliban
Manuel
El problema aquí es que todos se tiran a que el hombre lo toman como genero y no como especie, ese es uno de los problemas con esos mitos (o su supuesta interpretación) tenemos como ejemplo el “génesis 1”.
1:27 Y crió Dios al hombre á su imagen, á imagen de Dios lo crió; varón y hembra los crió.
y eso es antes del supuesto “eden”, no “creo” al hombre primero y después a la mujer, los “creo” al mismo tiempo.
1:29 Y dijo Dios: He aquí que os he dado toda hierba que da simiente, que está sobre la haz de toda la tierra; y todo árbol en que hay fruto de árbol que da simiente, seros ha para comer.
en esta, ya todo esta echo, entonce para que hacer “el paraíso”???
el problemas es cuando empieza “génesis 2”.
2:7 Formó, pues, Jehová Dios al hombre del polvo de la tierra, y alentó en su nariz soplo de vida; y fué el hombre en alma viviente.
no que ya los habia “creado”
2:8 Y había Jehová Dios plantado un huerto en Edén al oriente, y puso allí al hombre que había formado.
en este podríamos decir que agarro a “varón y hembra” y los coloco en el “paraíso”, el problemas es que después y saber como
2:16 Y mandó Jehová Dios al hombre, diciendo: De todo árbol del huerto comerás;
2:17 Mas del árbol de ciencia del bien y del mal no comerás de él; porque el día que de él comieres, morirás.
ok, se lo dijo al hombre, entonces porque se le echa la culpa a la mujer??
2:21 Y Jehová Dios hizo caer sueño sobre Adam, y se quedó dormido: entonces tomó una de sus costillas, y cerró la carne en su lugar;
2:22 Y de la costilla que Jehová Dios tomó del hombre, hizo una mujer, y trájola al hombre.
y que paso con la primera mujer??? y cual es la culpa de la mujer en que el “hombre” comiera del “árbol prohibido”?? y así continua.
ahí una gran discrepancia entre todo lo que se dice ne “génesis 1 y 2” y así hay muchas cosas que dicen de ese supuesto libro “sagrado”; todo de donde sale que la mujer es el problema de todos es estas dos grandes “conjeturas”.
Admin
Lo que sucede es que Génesis 1 y Génesis 2 son dos versiones diferentes del mito. En la antigüedad, las historias generalmente se preservaban a través de tradiciones orales, y debido a esto, iban surgiendo diferencias cada vez que la historia se contaba. En la Biblia se preservaron las dos, lo cual es un testimonio más de lo humana que es la Biblia. Muchas personas que toman a la Biblia como El Libro, conocen muy poco sobre sus orígenes y sobre cómo fue compilada. Muchos de los “libros” de la Biblia no son más que compilaciones de textos separados y mucho más pequeños y muchas de las historias que relatan fueron tomadas de mitos de los sumerios, acadios y babilonios. Ej: El diluvio que se relata en el Poema de Gilgamesh, la historia de la diosa Ki, que creó a una diosa llamada Nin-ti a partir de la costilla de un dios llamado Ea o Enki (el creador de la humanidad).
manuel
Pues cabal ese es el problemas, incluso muchos ignora el origen del idioma que hablamos también el Español, que gracias a los árabes tenemos esa variedad de palabras.
Según textos (si no estoy mal) Persas, Indues o Chinos, la “creación de la tierra” fue hecha por mas de una “deidad”.
Cristian
Interesante blog. Me han pasado el link y me he quedado leyendo algunas entradas. Me gustaria discutir algunos temas para ampliar las ponencias. Por ejemplo en esta entrada acerca del hombre y de la mujer, recomendaria el libro de Richard Dawskin: El Gen Egoista. Todo el libro es un referente, pero el capitulo 9 es un punto de partida para enteder desde la biologia el gran conflicto de sexos. Muchas veces el problema de muchos analisis de sociologos, psicologos, antropologos y similares que discuten los temas de la violencia de genero, discriminacion y las distintas variantes de lucha de poder en la especie humana, es que tratan al ser humano como un ser “hibrido”. Un ser aislado a toda la estructura natural. Se olvidan de su parte biologica y se dedican a trabajar en un reflejo teorico compuesto de conceptos, diagnosticos y conductas al que llaman “ser” humano. A raiz de ello, muchos analisis caen en la satanización del macho, en la victimizacion de la mujer y en el mito de la igualdad. Crean paradigmas de igualdad que no son para nada diferentes de los paradigmas de diferencia y machismo que han vendido las distintas religiones a lo largo de los años. A mi me pone en alerta tanto un religioso desbocado como un sociologo, antropologo o activista (no importa realmente su oficio) que aboga por la paz mundial, la igualdad de sexos o incluso la democracia y toda la parafernalia de conceptos de igualdad y demas.¿Por qué? Porque todos esos conceptos son igual de infantiles como los conceptos de dios, caperucita y santaclaus. Creer en ello es seguir siendo ciego a la realidad. NUNCA se llegará a la paz, a la igualdad ni a nada de eso. Y digo nunca porque el equilibrio elemental en que nos encontramos hoy en dia, con sus guerras, con el hambre, con las depravaciones y todo de lo que podamos quejarnos, es precisamente eso: El equilibrio elemental. Esta es la mejor opcion del mundo en este momento. Si no lo fuera, no sería la que estuviera prevaleciendo. Esto no quiere decir que entonces no pueda existir un equilibrio en el que por ejemplo no hubieran guerras. Significa que sea cual sea la forma del equilibrio, con guerra o sin guerras, siempre tendria una opcion antagonica la cual, a pesar que no hubieran guerras, nos haría buscarla pues la estaticidad solo conlleva la inaccion y con ello la inexistencia. Buscar las utopias sociales e incluso, velar por la humanidad, el medioambiente, los animales, o cualquier otra busqueda altruista, no es mas que una reaccion a este equilibrio que es el predominante. Sin embargo no va hacia nada en particular. Su unica constante es el movimiento… o la transformacion. Por ejemplo: hay quienes son pacifistas y hay quienes son bélicos. Eso es todo. Que gane uno u otro solo crea una circunstancia predominante, pero no un fin. Describo todo esto porque cuando escucho los discursos de muchos activistas “pro” de algo, como la igualdad de sexos, la igualdad de derechos, o en “contra” de la explotación infantil, la defensa del medio ambiente, el rescate de animales o cualquier otro tipo de actividad según ellos la “correcta” actúan muchas veces con el mismo fundamentalismo religioso que enceguece cualquier cambio al status quo de las cosas. Y entonces… todo sigue igual. Y esque desde cualquier punto de vista hacia donde querras dirigir la dirección de un criterio, siempre encontraras su contraparte igualmente válida. Todo lo que se puede hacer es válido. Por tanto tiene la misma posibilidad y probabilidad de que se haga. Que sea lo “correcto” lo “ideal” o lo “bueno” (esta última es una palabra peligrosa) depende de quien esté del otro lado del cuchillo… y a partir de ello, la existencia se manifiesta en su eterno contar del tiempo.
Saludos y me encantaría seguir hablando temas. Me ha gustado la forma elegante como abordas muchos temas
Admin
Hola Cristian, muchas gracias por tu comentario y por tomarte el tiempo de leer lo que escribo.
Tengo el libro de Dawkins y he comenzado a leerlo en más de una ocasión, pero nunca he terminado de leerlo por X o Y razón (sin embargo, si estoy familiarizado con la tesis del gen egoísta). Por lo que he leído y por lo que dice el mismo Dawkins sobre él, creo que le estás dando precisamente la interpretación que Dawkins señala como errónea. Incluso se me hace hasta un poco nietzscheana por tu fuerte escepticismo hacia cualquier intento de abogar por una moralidad que más o menos equilibre las cosas. No me malinterpretés, yo creo que Nietzsche aporta muchísimo a la discusión y creo que muchas de las cosas que dice sobre la “moral de los esclavos” y la “moral de los señores” son bastante acertadas, aunque no del todo. Pero creo que lo que Dawkins ha propuesto con su concepción de los genes “egoístas” está en contraposición a Nietzsche y por lo tanto a tu interpretación. Dawkins provee una explicación completamente materialista sobre cómo la moralidad surge en el reino animal, pues al ser animales sociales, la colaboración y el altruismo son características que ayudan a la propagación de los genes que los causan. Es decir, el comportamiento altruista es favorecido por la selección natural en animales – como el humano – que viven en sociedades o proto-sociedades.
Concuerdo con lo que decís acerca de que las ciencias sociales o las humanidades han dejado afuera al conocimiento biológico en muchas ocasiones y que esto empobrece la discusión y entorpece el avance del conocimiento sobre el Homo sapiens. Estoy de acuerdo también en tu rechazo a ese encasillamiento que se hace de los humanos en un “ser” metafísico, que para mí no tiene ningún sentido y que a mi juicio está basado en ideas filosóficas muy antiguas que han sido destrozadas por la ciencia. Sin embargo, esto no quiere decir que la biología deba de reemplazar por completo los conceptos de las ciencias sociales, sino simplemente que debe de haber un debate o una “reforma”. Algo similar al ‘materialismo eliminativo’ que plantean Paul y Patricia Churchland en las ciencias cognitivas y la filosofía de la mente.
Habiendo dicho esto, creo que en tu argumento no estás considerando al rol importantísimo que tiene la cultura – que es a la vez, producto de genes – en la forma de desenvolverse de los humanos. Es aquí, en la emergencia de la cultura a partir de nuestra biología que el abogar por una moralidad de igualdad, de respeto a la dignidad, de defensa del individuo, cobra sentido. Argumentar en favor de una reducción de la “humanidad” a explicaciones puramente biológicas y genéticas, no sólo es peligroso porque reduciría todo a la “ley del más fuerte”, sino que también es falaz. No podés hacer una deducción directa de “lo que debe ser” a partir de “lo que es”. (You cannot derive an ‘ought’ from an ‘is’) David Hume hizo esta importante distinción en el siglo XVII, en respuesta a gente muy ingenua que “razonaba” que si algo se observaba en la naturaleza, entonces era “bueno”. Bajo esta falacia lógica, nacían afirmaciones como que “es natural sentir repulsión hacia las personas con deformidades, por lo tanto es correcto repudiar a las personas con deformidades”. Se hace evidente que bajo esta misma lógica se pueden hacer infinidades de afirmaciones, como “es natural que los blancos odien a los negros, por lo tanto es correcto odiar a los negros” y así sucesivamente hasta que se elabore un enunciado que te incluya a vos como el recipiente del odio justificado de otro grupo de personas. ¿Es esta realmente la sociedad en la que quisieras vivir?
En fin, yo soy bastante escéptico de este escepticismo moral que aparentemente defendés.
Espero que la discusión continúe…
Miguel Angel Pineda Jáuregui
A quien escribió este articulo:
Logro captar la intención con la que fue escrito, de hecho yo en algún tiempo “creí” que por allí iba la cosa. Sugiero al autor que elimine el articulo temporalmente y se vuelva a publicar una nueva versión al que se le eliminen los muchos errores contenidos y que demuestran una ignorancia patente en las forma en que funciona la evolución. Ojala y que no cause ardor lo de “patente ignorancia” porque yo me incluyo dentro de esa misma patente ignorancia.
Por favor no se me mal interprete, soy ateo y comparto el mismo espíritu y buenas intenciones que promueve guatemalasecular.org. Pero noto que la forma en que el autor expresa sus opiniones es bastante severo, lo cual esta bien, pero como parte de la honestidad intelectual que se defiende es necesario aplicarse a uno mismo esa misma severidad
A continuación copio las refutaciones que este mismo articulo ya recibió en otro foro.
…”Una de las más grandes desgracias de la humanidad ha sido la tendencia del hombre a sentirse superior a la mujer. Desde el punto de vista evolutivo, esto tiene una razón de ser”….
FALSO: La teoría de la evolución nunca ha afirmado eso.
….”durante millones de años la selección natural ha esculpido el físico del macho de las especies para que sea más grande y más fuerte que el de la hembra, a la que dotó de otras cualidades diferentes pero igual de útiles para la supervivencia. En los animales carnívoros, quienes salen a cazar la comida del día son generalmente los machos. El ser grandes, fuertes, feroces, rápidos y ágiles, brinda ventajas significativas en estas circunstancias. Es por esto que la selección natural favorece a individuos con estas características. Por el otro lado, las hembras son generalmente las que cuidan a las crías y las alimentan. Esta actividad requiere de características físicas y psicológicas muy diferentes. Aparte de la atención que requiere cuidar a un bebé, una hembra tiene que estar alerta a los peligros que puedan surgir desde afuera. Esto no requiere de un físico grande y fuerte, pero sí de otras características, especialmente cerebrales…..”
FALSO. En los animales carnívoros se dan diversos tipos de situaciones. Por ejemplo, los leones son las hembras quienes generalmente hacen la caza, y la realizan de noche. Además cuidan de sus crías. Evolutivamente la caza favorece a las hembras, son más pequeñas y ágiles. Los machos dominantes son los primeros en comer, aunque no hayan participado en la caza, ¿son los machos unos vagos que esperan a que las hembras lo hagan todo?
Durante millones de años la selección natural ha favorecido hembras de araña varias veces más grandes que los machos (recordemos que las arañas son animales carnívoros) son más feroces y fuertes, y si el macho no anda listo, lo devorará cuando copule con ella ¡vaya! que conclusiones más interesantes se podrían sacar de esto
……”Apliquemos esto al Homo sapiens primitivo, al cazador-recolector que vivía en cuevas…..”
Los cazadores recolectores no vivían en cuevas.
…..”Por otro lado, esta actividad también requiere de más involvement emocional que racional. Lo opuesto, en cambio, es necesario en la cacería, para tomar decisiones más acertadas. De aquí es que surge el famoso cliché de que los hombres pensamos con la cabeza y las mujeres con “el corazón….2
Cualquier ser humano toma decisiones por la interrelación de su neocortex (parte racional) y de su sistema límbico (zona donde parece ser, se desarrollan las emociones) Los clichés sexistas surgen del prejuicio, no de la neurología.
Admin
Buenos días Miguel Ángel. ¡Vaya sorpresa la que me he llevado leyendo tu comentario! Sabes perfectamente bien quién es el autor de este blog – nos hemos sentado a platicar en persona y hasta a tomarnos una cerveza. También sé perfectamente bien que eres ateo, y que tu “aclaración” en este respecto está un poco de más. Así que se me hace sumamente extraño que comiences tu comentario con “A quien escribió este articulo”. Me hace pensar que tus intereses tal vez no son genuinos (¿Será por mi reciente salida del grupo de “discusión”?). Si de verdad te interesara hacer llegar a mi atención la posibilidad de que mi artículo contenga errores, creo que habían bastantes maneras diferentes de hacerlo, ¿no crees? Es decir, sabes cómo contactarme por Facebook, o por e-mail.
Creo que no lo notaste mientras escribías, pero resulta bastante divertido que me critiques y me hables en tono de sermón sobre la honestidad intelectual, por la “forma severa” en la que expreso mis opiniones en el artículo; todo mientras vienes a comentar aquí con un tono aun más severo a hablar de mi “patente ignorancia” sobre la evolución por selección natural y a “sugerirme” que elimine mi artículo hasta que no le haga las correcciones que tú (un ingeniero en sistemas), consideras pertinentes. Y todo porque leíste en “otro foro” una supuesta refutación a mis argumentos (que ni siquiera son centrales al argumento principal al que llego hacia el final del texto). Y si a esto le agregamos que tus “refutaciones” son un copy-paste de un mailing list de Yahoo, la cosa se pone todavía mejor. Sí que me sacaste un par de risas, mientras leía todo esto.
Con respecto a las “refutaciones” que proactivamente copiaste y pegaste aquí, te informo que ya las había leído con anterioridad en exactamente el mismo lugar que tú, y las respondí en su oportunidad. Si no estoy mal, fue hace más de un año. Me pareció que venían de una mujer (no recuerdo el nombre, lamentablemente) un tanto mosqueada que o no entendió lo que leyó, o le molestó mi crítica hacia la religión. O tal vez lo interpretó como una “apología científica” al machismo, no sé.
Lo importante es que yo, al escribir esto y al ser únicamente un ávido lector y estudiante informal de biología, evolución y ciencias en general (mi campo de estudio universitario formal es la filosofía), vi la necesidad de mostrárselo antes a dos amigos científicos y a uno filósofo, todos residentes en el extranjero (dos estadounidenses y uno brasileño). Precisamente con el fin de no caer en errores factuales, argumentativos o filosóficos. Ellos amablemente revisaron mi texto y me sugirieron un par de correcciones, las cuáles hice y creo que fueron muy productivas. Aunque finalmente, la responsabilidad por el contenido final es exclusivamente mía.
La respuesta a la primera y segunda “refutación” las puedes encontrar dento del texto mismo. Lee el primer párrafo nuevamente:
“Una de las más grandes desgracias de la humanidad ha sido la tendencia del hombre a sentirse superior a la mujer. Desde el punto de vista evolutivo, esto puede tener una razón de ser – durante millones de años la selección natural ha esculpido el físico del macho de las especies para que sea más grande y más fuerte que el de la hembra, a la que dotó de otras cualidades diferentes pero igual de útiles para la supervivencia. […] Por supuesto que esto no es una ley. La selección natural es ciega y genera diferentes resultados en diferentes poblaciones y especies.”
Incluso, los casos de las arañas y de las leonas que me citas, son variaciones y excepciones, cuya existencia reconocí desde un principio, si vuelves a leer el primer párrafo. El caso de las arañas, aclaro, poco o nada tiene que ver con la línea evolutiva que lleva a los mamíferos, los homínidos y nuestra especie. Es totalmente irrelevante para al argumento humano que estoy haciendo.
También hay amplias evidencias arqueológicas y antropológicas que demuestran que por lo menos algunos grupos de Homo erectus y Homo habilis utilizaron estructuras naturales similares a cuevas como lugares de vivienda. No es este el caso de todos los humanoides cazadores-recolectores, por supuesto, porque para que eso suceda, se necesita que existan cuevas en el entorno, cosa que no sucede en todos lados. Esto debería de ser obvio.
Con respecto a la toma de decisiones, me parece que la persona que escribió la “refutación”, no conoce mucho sobre las neurociencias. Probablemente sólo buscó en Google una respuesta. El proceso de “toma de decisiones” – en sí, una reificación de un concepto mucho más complejo – es bastante más complicado. No hay una parte “racional” del cerebro, ni una “emocional” o “creativa” como lo afirman muchos libros de autoayuda. Y en el caso de la “toma de decisiones”, según los últimos hallazgos neurocientíficos, la mayor parte parece suceder de forma inconsciente, lo que ha traído severas consecuencias para nuestro entendimiento sobre el llamado “libre albedrío”. Te recomiendo que veas este video, muy interesante: http://www.youtube.com/watch?v=N6S9OidmNZM
Esto es realmente un poco irrelevante para el argumento que estaba presentando – las diferencias entre hombres y mujeres – que a pesar de ser obviamente reforzadas por la cultura, sí tienen una base científica: los cerebros masculinos y femeninos en los humanos, son diferentes. Te recomiendo el libro ‘The Essential Difference: Male And Female Brains And The Truth About Autism’ del psicólogo experimental Simon Baron Cohen (primo de Sascha Baron-Cohen, de Borat). Ahora, si prefieres algo más “light” te recomiendo que trates de conseguir el ejemplar de Mayo/Junio de 2010 de la revista Scientific American Mind. El ejemplar completo está dedicado a explorar y explicar las diferencias entre los cerebros de hombres y mujeres.
Por último, esto no quiere decir que yo “posea la verdad absoluta”, sobre el tema. Hay mucha tela que cortar aquí y nuestro entendimiento sobre nuestro legado evolutivo seguramente crecerá y tal vez la ciencia con la que me fundamenté para escribir este texto será superada. Pero sí te aconsejo que pongas en práctica lo de la “honestidad intelectual” de la que veniste a hablar por aquí.
Saludos,
Oscar